Prácticas Devocionales Mensuales

Mes 3 del calendario islámico: RABBI AL AWWAL


"Y no te enviamos sino como una misericordia para los mundos.”

Al-Anbiya 107


“En Arabia, en el valle pedregoso de La Meca, cerca del lugar donde el talón del bebé de Ismail había golpeado la tierra y de donde fluía el agua de Zamzam, cerca del lugar donde Ibrahim había construido la Casa de Dios, cerca de las tumbas de tantos otros profetas, en una cálida noche del desierto (...) nació un bebé. Nació de dos descendientes puros de Ibrahim a través de su hijo Ismail. Sus nombres eran Aminah y Abdullah. (...) Cuando Aminah dio a luz, dijo que la luz era tan brillante que iluminó el amanecer y el rostro del bebé parecía la luna radiante cuando está llena. Este era el niño prometido, aquel para quien la luz había sido creada originalmente, aquel a quien la luz estaba regresando. Este era Muhammad (sws). Toda la creación se regocijó. Las piedras de la Kaaba temblaron de alegría y el aroma del perfume celestial se extendió por las estrechas calles de La Meca.

Muhammad fue el primero en ser creado y el último en aparecer. En él se completó la naturaleza humana. Fue el hombre perfecto. Allah Todopoderoso creó todo el resto del mundo a partir de la luz de Muhammad y creó a Muhammad para que fuera la luz y la misericordia para ese mundo.”

Extracto de “La sabiduría de la luz” de Hajjah Anne Amina Hatum



El día 12 de este mes se conmemora este bendito nacimiento (“Mawlid An-Nabi”), y por esta razón celebramos, aunque también fue en Rabi Al-Awwal que el Mensajero de Allah regresó a la Divina Presencia.

En el mes del mawlid podemos celebrar todos los días e incluso todo el mes, podemos hacer feliz a la gente, dar regalos, honrar, respetar y recordar a nuestro Profeta (sws), orar para estar en su camino y mantenernos en él, para amarlo tanto como él nos ama, aunque no podamos alcanzar su amor por nosotros. Desde el momento en que nació y hasta el final nuestro amado Profeta siempre ha dicho “Ummati, ummati” (“Mi comunidad, mi comunidad”). Constantemente nos amó. Siempre estará orando para que Allah nos perdone y le de la intercesión por toda su comunidad. En la ascensión a los cielos (miraj) Allah le dijo: “tú me estás rogando por un puñado de tierra, te lo daré. Tú eres más querido para Mí que todas estas criaturas que he creado.”.

Que Allah Todopoderoso haga de nosotros una buena ummah y buenos seguidores del Profeta (sws), que tengamos una gota de su amor en nuestros corazones, que nos mantenga a salvo aquí y después de esta vida y que seamos felices en esta vida y en la próxima inshallah.

Fragmento de sohbat de Hajjah Ruqyah