La prueba de fe del Profeta Ibrahim (as)

“Ibrahim, ante la imposibilidad de tener hijos, prometió [a Allah (swt)] que Le sacrificaría aquello que mas amaba en el mundo, si Él le daba un hijo.

Cuando Ismael tenía siete años, o según otros relatos, diez u once, el Señor envió al arcángel Gibril para recordarle la promesa que le había hecho.

Ibrahim sacrificó cien ovejas en el altar ya que era lo mejor que tenía. El fuego Divino descendió de los cielos y las ovejas desaparecieron, señal por la cual Ibrahim comprendió que su sacrificio había sido aceptado. (pero) El Señor le reveló en un sueño, que no había saldado completamente su deuda con Él. Al día siguiente Ibrahim sacrificó mil camellos. La tercera noche Ibrahim tuvo de nuevo un sueño donde el Señor le reprochaba no cumplir con su obligación. Así que Ibrahim se fue a sacrificar 100 caballos árabes de pura raza, de los cuales se sentía muy orgulloso.

La cuarta noche soñó que el Señor le decía: “Ibrahim, no cumples con la palabra que Me diste, pues lo que más amas en el mundo no son tus ovejas, tus camellos o tus caballos, sino a tu pequeño hijo, hasta que no Me lo sacrifiques no habrás cumplido con tu voto".

Ibrahim tuvo aquella noche 70 veces ese sueño.

“Oh mi Señor,¿ cómo cumpliré esta tarea?¿Cómo se lo diré a Hajar (Agar) y a Ismael?”. Pero él era obediente, y tomó una cuerda y un cuchillo y fue en busca de Hajar y le dijo : “Oh Hajar baña a nuestro hijo y úngelo, colorea sus manos con henna, y envuélvelo en ropas limpias y nuevas, pues deseo llevarlo conmigo más allá de la montaña para visitar a un amigo mío”. Hajar cumplió con lo que le pedía y preparó a Ismael para que acompañara a su padre.

Satanás el maldito, merodeaba por allí, y visitó a Hajar con la forma de un hombre y le preguntó “¿Dónde está tu hijo?” Ella le respondió: “Se ha marchado con su padre a visitar a uno de sus amigos”. “si es así”, dijo el diablo, “¿Por qué lleva consigo una cuerda y un cuchillo? No, te diré su verdadera intención. Anoche tuvo un sueño, que cree ser una revelación del Señor pero que en realidad no es más que la voz del diablo. En ese sueño le ordenó sacrificar a su único hijo, y a ello se dispone en este momento”. Hajar replicó “Mi marido es un profeta, y un mensajero entre los profetas, ¿Cómo es posible que cometa un acto tan ruin?” “Entonces ve en busca y comprueba que digo la verdad”. Ella dijo: “Si realmente es la Orden del Señor, entonces debemos cumplir con su mandato”, pues su fe era fuerte, “Si Él ordena que entregue mi propia alma o a mi único hijo, Le obedeceré. Ibrahim no recibe voces de Satán, si se ha ido para hacer esto, entonces debe ser una revelación del Todopoderoso”. Entonces reconoció a Satán y lo expulsó del umbral y lo maldijo.

El diablo disfrazado se acercó a Ibrahim y cuando caminaba le dijo; “Oh, Ibrahim, ¿a dónde vas?” ”voy a ver a un amigo” ”¿Por qué llevas una cuerda y un cuchillo, si realmente vas a visitar a un amigo? Si fuera verdad le llevarías otro tipo de regalos. Te diré lo que pretendes hacer: Has tenido un sueño que te impele a cometer un crimen atroz, estás a punto de matar a tu propio hijo, ¿No es cierto?” Ibrahim reconoció a su interlocutor y dijo, “Aléjate de mí, oh maldito”, y lo apartó de su lado. Ismael, el niño, correteaba delante de su padre, disfrutando del maravilloso día, feliz por estar de excursión junto a él. Cada vez que Ibrahim lo miraba, creía que su corazón iba a romperse en su interior por el dolor de lo que tenía que hacer. Así que le dijo al niño, “Oh hijo mío, camina tras de mí, es más apropiado”.

Cuando Ismael caminaba atrás de su padre, el maldito se le acercó y le preguntó “a dónde te diriges?” ”Voy con mi padre a visitar a un amigo”. “Eso es lo que crees, pero déjame decirte lo que realmente va a hacer. Te está llevando a un determinado lugar en las montañas, para allí sacrificarte”. ”¿Qué?¿Mi padre va a sacrificarme?” “¿No has visto la cuerda el cuchillo que lleva consigo?”. Ismael dijo “Vete, Márchate! Mi padre es un profeta, si quiere matarme ¿Cómo habría de oponerme?, vete! tú eres el maldito!”. Pero satán no lo dejó en paz, intentó una y otra vez disuadir a Ismael. Al final Ismael tomó tres piedras del suelo y se las arrojó a Satán, golpeándole con una en un ojo y dejándolo herido. Todo esto tuvo lugar en el valle de Mina, donde ahora realizamos el rito de apedrear a Satán durante el Hajj.

Al llegar, Ibrahim puso a su hijo en el suelo para sacrificarlo. Ismael le dijo “Oh padre, ata mis manos y mis pies para que no pueda cometer un acto de desobediencia contra mi voluntad”. Pues el hombre no entrega voluntaria y fácilmente su alma.

Ibrahim intentó cortar, pero el cuchillo no cortaba, lo intentó 70 veces, sin lograrlo, a pesar de que había afilado cuidadosamente su hoja. Entonces se enfureció y lo arrojó a una piedra. Entonces el cuchillo demostró que estaba afilado, y cortó la piedra como si de queso se tratara. Ismael que estaba esperando en el altar llamó a su padre “Oh padre, alabemos al Señor para que haga más fácil tu tarea”. Y comenzó a decir: “Allahuakbar, Allahuakbar, Allahuakbar,” e Ibrahim añadió “La ilaha ill Allah, wa Allahu akbar” Entonces escucharon una voz celestial que completó la frase diciendo “Allahuakbar wa laillahil’hamd”

Entonces contemplaron al ángel Gibril descendido de los cielos guiando un carnero. Este era el carnero de Caín y Abel que estuvo guardado en el paraíso hasta convertirse en el rescate de Ismael. Ibrahim se tornó hacia él y lo sacrificó en lugar de Ismael.

Extracto de la Sabiduría de la Luz vol1 De Hajja Amina Hatum